HAMBRE y DESIGUALDAD PosCOVID-19

La crisis del coronavirus Covid-19 es como una lupa que dejo ver más nítidamente la crisis del modelo económico actual. El capitalismo de mercado ha permitido a millones de personas salir de la pobreza o mejorar su calidad de vida, pero al tiempo permite que el gran capital se concentre cada vez más en menos manos y que miles de millones aguanten hambre con muy pocas posibilidades de sobrevivencia con dignidad humana.

Por Carlos Mora

La pandemia del Covid-19 generó el mayor aumento simultáneo de desigualdad en el mundo desde que se tiene memoria. El banco Mundial calcula que el coeficiente GINI*, que mide la desigualdad, puede aumentar en 2 puntos anuales por esta causa y el producto interno bruto mundial se podría contraer en un 8%, esto haría que aproximadamente 3.400 millones de seres humanos tendrían que vivir con menos de US$5.5 dólares americanos al día en el 2.030, en consecuencia la tasa de pobreza sería mucho más alta de lo que era antes de la pandemia.
El 87% de 295 economistas encuestados en 79 países, esperan un gran aumento de la desigualdad en sus países por la pandemia. Según la lista de multimillonarios de Forbes 2.020, los 10 hombres más ricos del mundo han aumentado su riqueza, desde que inició la pandemia en aproximadamente medio billón de dólares, alcanzando su fortuna un gran total de casi 12 billones de dólares para diciembre de ese año. Simultáneamente el Covid-19 provocó la peor crisis laboral en 90 años, siendo las mujeres las más afectadas, a pesar de que ellas son el 70% de la fuerza laboral mundial de atención médica y social.
En Japón después de un año de haber confirmado el primer contagiado del covid acumulo más de 315.000 contagiados y 4.500 muertos. Diez millones de japoneses viven con un ingreso anual de US$19.300, según cifras oficiales uno de cada 6 vive  en pobreza relativa con ingresos inferiores a la mitad del salario mínimo. El efecto económico de la pandemia género que 500.000 personas perdieran su empleo en los últimos seis meses del 2.020, es muy visible el aumento de la pobreza. Según algunas ONG el subempleo está cerca del 40% en ese país y su tasa de suicidios ha aumentado en 3.000 personas adicionales.
En España 1 millón de personas caen en la pobreza extrema con un ingreso inferior a €$16 euros al día, simultáneamente ..,
En Corea del sur se sube el salario mínimo y se ayuda a 42 millones de hogares.
En Estados Unidos al comienzo de la pandemia su presidente pone por encima de la vida humana al aparato económico, generando, entre otras, que 22.000 muertos negros e hispanos podrían todavía estar con vida si hubieran tenido las mismas tasas de mortalidad que los blancos.
En Brasil los afro descendientes han tenido un 40% más de probabilidades de morir de covid-19 que los blancos, simultáneamente…
En Argentina se intenta crear un impuesto extraordinario a las grandes fortunas que podría generar unos tres mil millones de dólares para enfrentar las consecuencias del covid-19 y en Nueva Zelanda tratan de que la economía sirva a todos y no opere solo en función del producto interno bruto, simultáneamente…
En Francia, India, España e Inglaterra las tasas de contagio y mortalidad son mucho más altas en las regiones pobres, llegando a veces a duplicar las de las áreas más ricas.

El aumento de la desnutrición aguda en menores de 5 años por la pandemia, se calculó inicialmente en un 15% pero hay países que lamentablemente la han aumentado en más del doble.
En Venezuela por ejemplo, la desnutrición aguda se incrementó en 73% respecto de  febrero del 2.020 y el salario minino del Venezolano promedio no alcanza ni para el 1% de la canasta básica.
En Islas Fiji las verduras y las frutas aumentaron su precio hasta en un 75% , tienen muy malas condiciones laborales en la agroindustria y los fertilizantes son muy escasos.
El impacto de la pandemia en la alimentación de América Latina de América Latina y del Caribe ha sido nefasto, Miguel Barreto director regional del programa mundial de alimentos de la organización de Naciones afirma que desde marzo 2.020 el número de personas en inseguridad alimentaria severa ha  incrementado en casi 17% estas son personas que no tienen acceso a  alimentos día a día,  si le sumamos los que lo hacen sólo periódicamente pero no de manera permanente, el número puede llegar a 90 millones de personas en América Latina. En América del sur preocupa mucho la situación de los migrantes en los que el nivel de inseguridad alimentaria se ha incrementado un 50%, en centroamérica tenemos casi cuatro millones de personas en inseguridad alimentaria severa y en solo Haití un millón doscientos mil personas en esa misma situación. Es una crisis que se va a prolongar debido a que en esta región el 54%de la población económicamente activa, tiene un trabajo informal y es una zona altamente vulnerable a desastres.

Antes este desolador panorama, la primera acción que estos países deberían tomar es incrementar ampliamente la inversión social, particularmente en los programas de protección, con transferencias financieras condicionadas, no solamente a los pobres tradicionales sino también a los muchos nuevos pobres, además de pedir una mayor flexibilidad en la cooperación internacional.

América Latina tiene casi el 20% de los habitantes del planeta y es una de las regiones donde se ha cerrado más la economía debido a la respuesta sanitaria. Los gobiernos deben poner en el centro de sus esfuerzos de recuperación la lucha contra la desigualdad, invertir en servicios públicos y sectores con bajas emisiones de carbono para crear millones de puestos de trabajo y garantizar que todos tengan acceso a una buena educación, salud y atención social. Apoyar especialmente a la Industria del cuidado infantil para facilitar el regreso a la fuerza laboral de las mujeres y los afro descendientes que son los humanos más golpeadas por la pandemia.

“Hay que aprovechar la lamentable coyuntura para construir economías más igualitarias que pongan fin a la pobreza y protejan el planeta”, dijo Paul O’brien vicepresidente para América de OXFAM (Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre, fundado en Gran Bretaña en 1.942).

v  Coeficiente GINI: Es el método más utilizado para medir la desigualdad, es una herramienta analítica que permite medir la concentración de ingresos entre los habitantes de una región, en un periodo de tiempo determinado.Gini es un número entre 0 y 1, en donde 0 corresponde a la perfecta igualdad (todos tienen los mismos ingresos) y el valor 1 corresponde a la perfecta desigualdad (una persona tiene todos los ingresos y los demás ninguno). Por ejemplo, antes del Covid-19, en Haití era de 0.608, en Colombia 0.538,  en Argentina 0.509, en México 0.480, en Chile de 0,470 y en Uruguay 0.419.

1 comentario en “HAMBRE y DESIGUALDAD PosCOVID-19”

  1. JAIME PARRA LOPEZ

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